Desde que España y resto de países del mundo se han visto azotados por el COVID_19, “los espacios que antes marcaban nuestra actividad, foco y relaciones humanas, se han reducido a uno solo”. Nuestra salud mental en tiempos de cuarentena es crucial tanto para nuestro presente como para nuestro futuro personal. Ahora lo que antes nos parecía rutina en nuestro día a día (casa-calle-trabajo-espacio público-casas de amigos-, etc.), en estos momentos que corren de coronavirus somos nosotros mismos quienes debemos fijar el ritmo de nuestras distintas actividades y ámbitos de relación humana dentro del mismo espacio: casa-casa, casa-trabajo, casa-supermercado…
Para todos los que esta cuarenta se sienten más frágiles, solos, con miedo, angustiados o ansiosos, es fundamental saber regular bien los tiempos y foco de nuestros días, siendo más importante que nunca tener presentes los 4 ámbitos antropológicos de la vida humana:
1. El más próximo a nosotros: intimidad individual, cuando estamos en soledad personal.
2. El siguiente: intimidad compartida, con pareja/hijos/personas con quienes convivimos.
3. Más amplio: familia extendida, equipo de trabajo, grupos de referencia, comunidad.
4. Y el marco social: ciudadanía, en la que participamos de lo público en alguna medida.
Con el confinamiento, la intimidad individual está bastante reducida en muchas casas pequeñas (siempre estamos con alguien, solos quizá solo en el cuarto de baño), las de intimidad compartida se intensifican al estar 24/7 en el mismo lugar, y las relaciones de grupo amplio están mediadas por pantalla. La ciudadanía es virtual. A partir de aquí, algunas medidas son de sentido común:
1. ORDEN: Orden en cosas y tiempos, separando los momentos/foco/relaciones humanas de manera adecuada en todo lo posible.
2. INTERIORIDAD: Conservar y cultivar la espiritualidad y el encuentro con uno mismo. Sea en la clave que sea, necesitamos nuestra propia serenidad y fuerza interior para sostener el confinamiento, y eso no se consigue sólo distrayéndose o entreteniéndose, sino antes que eso conectando con nuestra interioridad, ojalá en soledad y silencio algún rato al día. Es importante para procesar lo que se vive, ver nuestra propia vida con perspectiva, serenar la respiración, retomar el propio centro. Con o sin vivencia de Dios, es importante.
3. CUIDADO FÍSICO: Hacer ejercicio y no abandonarse físicamente, manteniendo higiene y arreglo personal al menos básico.
4. CONSUMO INFORMATIVO RAZONABLE: Graduar la dieta informativa. Saber lo necesario, sí; infoxicarnos, no. No solo preferir información de calidad, sino graduar su cantidad. Des-obsesionarnos de las pantallas, sobre todo las de información sobre datos del coronavirus que nos agobian.
5. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN: Hablar de nuestros miedos, lo justo. Tenemos que sacar fuera nuestro temor al futuro, lo que se nos viene encima, pero sin que eso nos quite vivir el día a día ni nos obsesione.
6. ALEGRÍA: Reír y divertirse, imprescindible para sobrellevar el confinamiento. Con hobbies o actividades lúdicas, ojalá compartidas, porque reír juntos, une mucho.